sábado, 12 de septiembre de 2009

IGUALDAD


El pequeño avión que nos transportaba anoche desde la ciudad de México hasta Zacatecas era una pequeña metáfora de la sana convivencia que debería existir en este bello país.

Al avión subió una pareja con un niño, un hombre que venía de visitar a un familiar enfermo, dos jóvenes turistas españoles, tres diputados del congreso federal, un joven ejecutivo zacatecano con negocios en ciudad de México, este emigrante que soy yo, cuatro paisanos que volvían de los Estados Unidos para las fiestas de Zacatecas, y quince más que no alcancé a indagar a que se dedicaban. Entre todos, me llamaron poderosamente la atención dos indígenas Huicholes con su indumentaria habitual. Me alegró muchísimo que no llamaban la atención, (creo que solo a mi) eran unos pasajeros más en un país tan diverso como lo es México.

Nunca había visto a un indígena subiendo a un avión, siempre me ha dolido este país tan contrastado, nos sorprendemos de que los Estados Unidos hayan puesto a un presidente de color, pero México ya tuvo por presidente hace 150 años a un presidente indígena, sería un verdadero sueño ver en general a los indígenas de México participando activamente en la vida social de este país. Los huicholes que volaban anoche volvían de un viaje a la ciudad de México donde fueron a negociar la comercialización de sus artesanías.

Estoy en México, y siempre que vuelvo es inevitable abrir baúles donde me encuentro una inmensa cantidad de recuerdos.

Feliz fin de semana

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