viernes, 27 de septiembre de 2019

ROSENBERG Y EL DINERO


Marshal Rosenberg dejó un legado muy valioso con la COMUNICACIÓN NO VIOLENTA. Esta filosofía, es aplicable a muchos aspectos de la vida humana, y por supuesto también al dinero, aquí os comparto las ideas de Marshall de un vídeo, murió en el año 2015.
NUNCA PAGUES DINERO POR ALGO.
NUNCA COBRES DINERO POR LO QUE HACES.
TRANSFORMA EL CONCEPTIO DE PRECIO.Saca de tu cabeza la idea de que cualquier cosa valga una cierta cantidad de dinero. Por lo tanto, elimina la palabra “pagar”. Nunca pagues dinero por algo. Da dinero. Dalo para servir a la vida de la manera que quieres que sirva. Nunca cobres dinero por lo que haces, pide dinero a la gente para ayudarte a hacer el trabajo que deseas hacer. No digas nunca ‘Sólo te daré algo valioso de mi (mi trabajo) si me das dinero.’ Estaré encantado de darte lo que ofrezco y me gustaría que me dieras algo de dinero para poder seguir dándolo a otros.

¿Quieres vivir en un mundo donde la gente que podría tener algo para ayudar a la familia de alguien sólo lo da si le das dinero?.

¿Quieres vivir en ese mundo?,¿Un mundo dónde la gente muere siendo transferida de un hospital a otro porque no tenía bastante dinero para el primero,¿Quieres vivir en un mundo donde el dinero se usa de esa manera?. Por lo tanto, nunca cobres dinero. No hagas nada por dinero. Tenlo claro. Nunca hagas nada por dinero. Consigue dinero para hacer lo que quieres hacer. ¿Ves la diferencia?.

Haz el trabajo para satisfacer tu necesidad de significado. Y luego obtén el dinero que necesites para hacerlo. Nunca hagas nada por dinero. La vida es demasiado corta.

Así que pido dinero. No cobro. No pago, doy dinero para ayudar a la gente a hacer lo que quieren hacer. Si lo que hacen enriquece mi vida, me gustaría darles dinero para que sigan dando eso a otras personas.

Marshall también reconoce que no es fácil hablar de dinero. Alguna vez fue a impartir un seminario en una empresa en Suiza y un director pidió hablar con Marshall. El director dijo: "Genial, me gustaría que hicieras el trabajo. ¿Cuánto cobras?” Marshall explicó: "Yo no cobro. Me alegraría decirte lo que me gustaría recibir. Entonces, me gustaría saber lo que os placería darme. Y si hay un conflicto, estoy seguro de que podemos resolverlo." El director dijo entonces: "Pensé que ibas a decir algo así. Y me gusta mucho. Pero en esta compañía, si voy a mi supervisor, sólo querrá saber cuánto cobras. No sabría cómo explicarle esto.”

Entonces Marshall respondió: "Mira, te diré lo que me gustaría recibir por mi trabajo y tú, si quieres que venga a hacerlo, será asunto tuyo cómo quieras manejar el dinero en tu empresa.” El director le dijo: "Está bien, está bien, ¿qué te gustaría recibir?" Marshall se lo dijo y el director dijo: "Oh, eso es un problema. Si voy a mi supervisor y le digo que es eso lo que te gustaría recibir, pensará que no vales nada. La mayoría de nuestros consultores piden tres veces eso.” Marshall dijo:" Mira,si quieres darme tres veces más, lo tomaré. Sólo necesito que sepas que no hago nada por dinero. Puedo hacerlo sin dinero para tu empresa porque otras personas me dan dinero.” Así que la empresa le dio tres veces el dinero que había pedido.

Marshall también explicó que cuando viaja a algunos países, se le pide a él que de dinero para que la gente sin recursos pueda asistir a sus seminarios, ya que a la gente le gustaría asistir a sus talleres y también alimentar a sus familias, pero si vinieran al taller, sus familias posiblemente no comerían ese día. Y explicó: "En Sierra Leona, por ejemplo, doy dinero a la gente para que venga al taller. Y puedo hacerlo porque la gente en otros países me da dinero. Por lo tanto, nunca hagas nada por dinero". 
Haz aquello que satisfaga tu necesidad de sentido y pide el dinero que necesites para poder hacerlo.

jueves, 1 de agosto de 2019

SURFEAR LA REALIDAD CON DIGNIDAD MIENTRAS EMBELLECES TU VIDA


ÉXITO SOCIAL Y ÉXITO PERSONAL.
Muchas personas sufren porque no tienen éxito, porque no han triunfado, no han podido conseguir lo que querían. Muchas de los imperativos de éxito son introyectados y no corresponden a lo que nuestro sabio interior realmente busca y necesita. Es momento de contemplar en silencio lo que realmente le da sentido y alegría a nuestra vida, más allá del placer -también legítimo- de “prosperar” y conseguir objetivos. No se trata de una invitación a la resignación o a la negligencia, porque una vez que descubramos lo que realmente nuestro sabio interior necesita, veremos con sorpresa que también incluye cosas materiales, por las cuales debemos esforzarnos, pero ese esfuerzo vendrá después de jerarquizar lo que es importante y lo que no es importante en nuestro recorrido por la vida.
Tenemos muchos límites, de tal manera que, en el fondo, el gran mérito será: SURFEAR CON DIGNIDAD TU REALIDAD, MIENTRAS EMBELLECES DE MANERA CONSTANTE TU VIDA.

Hay valores que nos permiten afinar los anhelos de nuestra alma, la contemplación y el ejercicio de estos valores nos permitirá posicionarnos correctamente respecto del éxito, podemos decir que “conseguir cosas” es el éxito social y entrenarse en estos valores es el éxito personal.

SINCERIDAD. Utilizo esta palabra, aunque también podríamos usar honradez, honestidad. En la antigua Francia los escultores trabajaban la piedra, y los que no dominaban demasiado el arte de la escultura aplicaban remiendos con cera, de tal manera que los buenos escultores a sus obras les ponían un cartelito: "Sin cera" de allí viene la palabra sincero, sin trucos, sin remiendos.

HUMILDAD. Asociamos la humildad con la insignificancia, cuando en realidad se trata de conocer nuestros límites, y asumir el protagonismo cuándo te toca y no necesitarlo cuando no te toca.

INTEGRIDAD. En el sentido etimológico es un asunto moral: IN TANGERE, intacto, no alcanzado por el mal; en un sentido más trascedente es la alineación o coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.

VOLUNTAD. Este valor nos l han presentado con un toque capitalista: Quiero algo y me esfuerzo para conseguirlo; sin embargo, es algo más profundo, es ponerte a vivir como realmente quiere tu alma, y ello requiere valentía, porque has de ser capaz de mirar más allá de tus anhelos superficiales y porque requiere un esfuerzo constante, implica un SI CONSTANTE a la vida.

Por supuesto que otros valores que nos permiten experimentar el éxito personal, es decir, una vida llena de sentido: el amor, la solidaridad, la autenticidad, la libertad, etc.

martes, 25 de junio de 2019

THALÍA LA MUSA DE LOS VAGABUNDOS

Hace unos diez años que saludo a un vagabundo por el barrio, siempre me explica la misma historia en inglés: que es de Hungría, que perdió su pasaporte y por eso no puede volver a su país, luego de recibir, algún cigarrillo o el importe del menú del día se despide, para encontrármelo nuevamente una semana o dos después y volver a explicarme lo mismo. Tiene una manera de andar pausada y errática, sus cabellos son desaliñados, viste con harapos y el aire, la contaminación, el sol y las miradas de repulsa que recibe han esculpido un rostro férreo y avejentado, aunque no pasa de 50 años tiene una silueta de anciano. Nunca me pregunta nada sobre mí, y me parece bien, me devuelve una dosis mínima de la gran indiferencia que su cerebro distraído y sus pequeños deseos reciben de la ciudad.
Sin embargo, ayer me preguntó de donde era, al saber que era mexicano, sacó su teléfono móvil y le vi sonreír por primera vez en muchos años: sonaba la canción de Thalía “no me acuerdo” y me dijo que también le gusta Paulina Rubio. Se puso a tararear “Pero no me acuerdo, no me acuerdo, Y si no me acuerdo, no pasó, Eso no pasó”. Luego me pidió unas monedas y se fue arrastrando sus pasos, un anawim, un pobre que nada tiene, pero que quizás no espera ya a ningún salvador como esperaban los anawim de Israel, él solo espera que alguien escuche su sufrimiento por no tener pasaporte que le lleve a su casa y que le de cigarrillos y monedas para comer.
Los vagabundos siempre me han fascinado, muchos de ellos tienen familia, solo basta recordar la indigente que quemaron unos bárbaros en Barcelona hace diez años, o el poeta Raimundo, un brasileño vagabundo durante 35 años, se sentó todos esos años en el mismo rincón de Sao Paulo antes de ser conocido y reconocido "La esperanza es la carga más pesada que un hombre puede llevar, esa es la desgracia del idealista". -Raimundo Arruda Sobrinho.
Dudo que el vagabundo al que yo conozco llegue a ser una persona importante como Raimundo, sin embargo, anhelo, que un plano de la existencia que yo no puedo percibir en este momento su vida tenga sentido.
Siempre que le veo, pienso que yo también, de alguna manera soy un vagabundo, me gusta caminar perdido en el anonimato de esa gran ciudad, y recuerdo las palabras del poeta mexicano Jaime Sabines: “Porque si amo profundamente esta maravillosa indiferencia del mundo hacia mi vida, deseo también fervorosamente que mi cadáver sea respetado”.