Muchas personas sufren porque no tienen éxito, porque
no han triunfado, no han podido conseguir lo que querían. Muchas de los imperativos
de éxito son introyectados y no corresponden a lo que nuestro sabio interior
realmente busca y necesita. Es momento de contemplar en silencio lo que
realmente le da sentido y alegría a nuestra vida, más allá del placer -también
legítimo- de “prosperar” y conseguir objetivos. No se trata de una invitación a
la resignación o a la negligencia, porque una vez que descubramos lo que
realmente nuestro sabio interior necesita, veremos con sorpresa que también
incluye cosas materiales, por las cuales debemos esforzarnos, pero ese esfuerzo
vendrá después de jerarquizar lo que es importante y lo que no es importante en
nuestro recorrido por la vida.
Tenemos muchos límites, de tal manera que, en el
fondo, el gran mérito será: SURFEAR CON DIGNIDAD TU REALIDAD, MIENTRAS EMBELLECES
DE MANERA CONSTANTE TU VIDA.
Hay valores que nos permiten afinar los anhelos de
nuestra alma, la contemplación y el ejercicio de estos valores nos permitirá
posicionarnos correctamente respecto del éxito, podemos decir que “conseguir
cosas” es el éxito social y entrenarse en estos valores es el éxito personal.
SINCERIDAD. Utilizo esta palabra, aunque también podríamos
usar honradez, honestidad. En la antigua Francia los escultores
trabajaban la piedra, y los que no dominaban demasiado el arte de la escultura
aplicaban remiendos con cera, de tal manera que los buenos escultores a sus
obras les ponían un cartelito: "Sin cera" de allí viene la palabra
sincero, sin trucos, sin remiendos.
HUMILDAD. Asociamos la humildad con la
insignificancia, cuando en realidad se trata de conocer nuestros límites, y asumir
el protagonismo cuándo te toca y no necesitarlo cuando no te toca.
INTEGRIDAD. En el sentido etimológico es un asunto
moral: IN TANGERE, intacto, no alcanzado por el mal; en un sentido más
trascedente es la alineación o coherencia entre lo que se piensa, se dice y se
hace.
VOLUNTAD. Este valor nos l han presentado
con un toque capitalista: Quiero algo y me esfuerzo para conseguirlo; sin
embargo, es algo más profundo, es ponerte a vivir como realmente quiere tu
alma, y ello requiere valentía, porque has de ser capaz de mirar más allá de
tus anhelos superficiales y porque requiere un esfuerzo constante, implica un
SI CONSTANTE a la vida.
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