miércoles, 3 de febrero de 2016

LOS POBRES TAMBIÉN LLORAN (Ven la tele)

Cuando éramos niños, mi padre puso una televisión en el patio de nuestra casa, funcionaba con una batería de coche, no había electricidad, tengo recuerdos muy agradables de ver el patio lleno de personas alrededor de aquel pequeño televisor. Aquellos pobres del semidesierto Zacatecano, vivían intensamente los dramas del culebrón "Los ricos también lloran".

Aquellos coetáneos míos, no sabían que cosa era el "Socialismo", así que no pudieron entrar en problemas dialécticos e ideológicos si se hubieran enterado que la Unión Soviética se paralizaba entera para que sus habitantes pudieran ver esa telenovela mexicana. La gente de Moscú tampoco sabía que en México había un gobierno que no era de izquierda, ni de derechas, sino todo lo contrario; pues gobernaba un partido político que en un sexenio era liberal y en el otro francamente proteccionista; pero era un gobierno "social" en la práctica pues educación, alimentación y salud, estaban garantizadas para cualquier mexicano. Puedo decir que este niño del semidesierto que alguna vez fui, pudo estudiar y convertirse en médico gracias a ese partido dictatorial y un tanto corrupto que sin embargo tenía unas políticas sociales muy sólidas.

Hace muchos años de "Los ricos también lloran", desde aquella época sabemos que "Los pobres lloran más".
 
Mi padre les puso la televisión en el patio de su casa a las personas de "San José de Llanetes" en el municipio de Valparaíso, estado de Zacatecas y en la actualidad, en algún verano, yo abro el patio de mi casa para ver “Cinema a la fresca”. Una lealtad con mi padre, un fatalismo de persistencia.