miércoles, 29 de octubre de 2008

PONME LA MANO AQUI...



Chavela la de Costa Rica, tuvo una historia difícil, desgarradora, quizás por ello ha sido la preferida de muchos en sus momentos de desolación, tuvo una infancia infeliz que ella describe en su autobiografía de esta manera:
"A mis abuelos no los conocí y a mis padres más de lo que hubiese querido. Tuve cuatro hermanos y puesto que he de decirlo casi todo, lo diré: mis padres no me querían (..) Cuando mis padres se divorciaron me fui con mis tíos que Dios los tenga en el infierno".
Llegó a México a la edad de 17 años, trabajando como empleada doméstica, luego dependienta, hasta que empezó a cantar y se fue forjando un sitio en la farándula Mexicana.
A manera de anécdota, a mitad de los 50 hace una temporada en el Champagne Room de La Perla, en Acapulco, donde asiste todo Hollywood; canta en la boda de la actriz Elizabeth Taylor con el productor Mike Todd, conoce a Rock Hudson, Grace Kelly, y amanece en brazos de Ava Gardner.
Esta mujer que fue amiga de Frida, de Diego, de Jose Alfredo, de Bette Davis, al conocerse su homosexualidad “para la cual no fui a la escuela” fue marginada del mundo del espectáculo mexicano y vivió quince años en el infierno, alcohólica, irreconocible para nadie.
Fue Pedro Almodóvar quien viéndola cantar en el bar “El hábito” de la ciudad de México, la recuperó para sus películas y para la vida misma.
Merecedora en el año 2000 de la “gran cruz de la orden de Isabel la Católica” Al recibir la condecoración, muy emocionada Chavela Vargas dijo que "de tanto sentir ya ni siento" y a la vez expresó su gratitud por la acogida tan favorable que ha tenido siempre en España. "España ha sido para mí la madre que, quizás, nunca tuve. Y se ha juntado con mi padre que es México. Tengo una pareja de padre y madre enormes".

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