Querida amiga:
Sin duda París es una ciudad que estimula los sentidos, pasear por el Sena en una mañana fresca y soleada fue un verdadero placer, sobre todo hacerlo cuando las hordas de turistas aún no se abalanzan a engrosar las colas de "todo lo que hay que ver en París". Es complicado no ser partícipe de la turba pero se puede conseguir, por poner un ejmplo, en París se puede uno ahorrar horas de cola para subir a la Torre Eiffel, prefiriendo subir a la torre de Mont Parnasse que no tiene colas, es más alta, y desde donde se tiene una mejor vista de París (Torre Eiffel incluida).
París es cara, los anuncios inmobiliarios avisan que el metro cuadrado de vivienda cuesta 10 mil euros, una coca cola 7 euros, y así por el estilo.
No se si has visto la película "Paris Je t'aime" pero justamente en algún momento la protagonista de uno de los cortos está encima de la Torre de Mont Parnasse y le parece tan bello lo que ve, que tiene ganas de compartirlo con alguien, pero está sola... como ella, muchos de mis viajes han sido en solitario y he tenido que vivenciar en la intimidad la emoción de estar delante de la belleza sea esta natural o resultado de la mano del hombre.
Desde hace tiempo he tenido la alegría de poder compartir los viajes, con mi familia y con mis amigos, este viaje no fue la excepción, tuve la mejor compañía posible y puedo afirmar que viví una felicidad doble.
FOTO: Las Sabinas de Jaques Louis David, Museo del Louvre
No hay comentarios:
Publicar un comentario