En un lugar de los llanos de cuyo nombre siempre me acuerdo,
había un niño radio difícil de tener quieto.
Y sorprende de verdad saber que había profesores rurales que ingeniaban mil estrategias para contener a los niños inquietos, a aquel niño locuaz en inquieto –que podría ser la pesadilla de cualquier profesor actual- lo convertía la profesora en “el niño radio” para la clase de historia. Alguna vez le preguntó a su madre como hacía para tenerlo quieto en casa: jugando al “niño radio”. Durante horas podría permanecer en un caja de cartón leyendo historias, cantando canciones, explicando cuentos... la publicidad estaba incluida.
Es bien sabido que todo diagnóstico es un insulto fino, y que si bien es verdad que el diagnóstico algunas veces conlleva a la búsqueda de soluciones, en muchas otras (sobre todo en los problemas de relación) el diagnóstico paraliza al paciente. Un niño que diagnostiquen como Síndrome de Déficit de Atención tendrá recursos que le faciliten su desarrollo en general, pero también corre el peligro de la estigmatización.
foto: niños radio
1 comentario:
oh hola!
saludos zacatecano.!
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