Desde hace muchos años –más de treinta- el nueve de mayo es una fecha señalada para transmutarme en un personaje bucólico, pues cumple años un amigo al que conozco casi desde que nacimos pues solo se adelantó cinco meses.
Pensar en los años que cumplimos en este 2009 me impresiona, por todas las experiencias que se pueden acumular en ese trozo del tiempo, máxime cuando el caprichoso destino nos ha dado citas en lugares tan inverosímiles como un seminario.
Me alegra pensar que de sus amigos, soy uno de los que lo conoce casi desde su nacimiento, y sonrío al pensar que siempre que cumple años, el soplo que da a tss velas, o en su momento el garrotazo a la piñata, solo era el anticipo de lo que me esperaba a mi.
La amistad es una alegría, y la Biblia lo llama tesoro.
FOTO: Iglesia de San José de Llanetes, lugar donde transcurrió nuestra niñez
1 comentario:
Soys "compañeros" de vida; vinisteis casi al tiempo, habeis compartido experiencias y caminos...
¡Bien!
podi-.
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