miércoles, 6 de agosto de 2008

Frédéric Beigbeder

Llgué a la “Casa del libro” sin el papelito donde había apuntado el nombre de aquel libro que escribió el nuevo famoso escritor francés, aquel que tildan de “Chico Malo de Saint-Germain”.

Parece ser –le dije a la encargada de la sección- que en febrero lo pillaron metiéndose rayas de coca en la calle, motivo por el cual fue a la cárcel y el fiscal como escarmiento publicitó el hecho lo más que pudo, sin embargo, semanas más tarde, Sarkozy entregaba a su hermano Charles las insignias de caballero de la Legión de Honor por su trayectoria empresarial en el palacio del Elíseo, y allí estaba él frente al presidente.

“Tienes que saber quien es” –le insistí- es el mismo que cuando publicó una novela lo echaron de la agencia publicitaria donde era famoso mundialmente, un fenómeno mediático en Francia, amado y odiado en la misma proporción... estaba por poner en el google “escritor frances usa drogas para escribir” cuando llega un chico y pide el libro: “Socorro, Perdón” de Frédéric Beigbeder, ERA EL QUE YO BUSCABA.

Bernard Pivot, lo ha definido recientemente como "un payaso y un escritor; aunque cada vez menos payaso y cada vez más escritor".

Saltó a la fama en 1994 con un eslogan para Wonderbra. Bajo la fotografía de una bellísima Eva Herzigova, ojos azules y sujetador negro, escribió: "¡Mírame a los ojos! ¡He dicho a los ojos!". Arrasó.

Tengo el libro en mis manos.

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