jueves, 31 de julio de 2008


Alguna vez a mi padre le dijeron que era capaz de “matar un burro a pellizcos” metaforizando con ello su insistencia, perseverancia, laboriosidad, etc. Un rasgo que felizmente he heredado; me gusta repetirme a mi mismo en momentos difíciles que “yo también soy capaz de matar un burro a pellizcos” que soy un guerrero.

El chamán mexicano “Don Juan” en una de las múltiples enseñanzas recopiladas por Carlos Castaneda dice:

“El hombre corriente, se aburre en el mundo o se enemista con él; el guerrero en cambio lo encuentra fascinante, estupendo, pavoroso, misterioso, insondable...Un guerrero asume la responsabilidad de estar aquí, en este mundo maravilloso, en este tiempo maravilloso”.

Era difícil escribir esto con dolores de huesos y una laringitis que me tiene en cama.

Feliz jueves

Foto: Herboristería en Marrakech

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