martes, 20 de julio de 2010

AUTOAYUDA


Empecé mi camino en la búsqueda del sentido de la vida como lo hace casi todo mundo, de la mano de los libros de autoayuda y su arquitectura verbal construida de frases ingeniosas y contundentes; posteriormente el apetito intelectual –y una sutil dosis de arrogancia- me fueron apartando poco a poco de todo lo que sonara “libro de autoayuda”, así que me decidí a hacer psicoanálisis, nueve años estuve psicoanalizándome, después una deliciosa terapia gestalt que me ayudó a hacer movimientos en mi vida que nunca me había atrevido y de los cuales estoy contento, pero siempre tendré la duda de si esos cambios fueron gracias solo a la gestalt, al trabajo previo con el psicoanálisis, a una caricia del destino... que se yo.

Con los años fui profundizando poco a poco en el arte homeopático, una ciencia que no solamente es una herramienta terapéutica, sino también un tratado de antropología, desconozco –y hablo solo con mi humilde experiencia- una ciencia que profundice más que la homeopatía en el misterio del ser humano.

Pasaron los años y creo que la universidad, la vida y mi trabajo me han doctorado como terapeuta familiar sistémico, una visión revolucionaria que ayuda a comprender la vida de las personas en función de los sistemas a los que pertenecen.

No es mi intención primera hablar de mi formación profesional, más bien quiero compartir que ayer pasé una tarde deliciosa disfrutando con frases de libros de “autoayuda” , frases que tenía guardadas en el cajón a donde los arrogantes intelectuales no se pueden asomar (yo mismo incluido), sin embargo terminé la tarde muy convencido de unas cuantas cosas:

Que hay que estar agradecido por lo que se tiene en lugar de quejarse por lo que no se tiene.
Que hay que pedirle al universo bendiciones, prosperidad, vida, pareja, que todo lo que pidas el universo te lo dará.
Que nada nos enferma, somos nosotros los que tenemos el poder de enfermarnos.
Que tus pensamientos son el arquitecto de tu destino.
Que Los pensamientos te llevan a tus propósitos, tus propósitos a tus acciones, tus acciones a tus hábitos, tus hábitos a tu carácter y tu carácter determina tu destino.
Que Añorar el pasado, es como correr tras el viento.
Que el que teme el sufrir, ya sufre el temor.
Que cuando estamos muertos nos comen los gusanos, cuando estamos vivos nos comen las preocupaciones.
Que caerse está permitido, pero que levantarse es obligatorio.
Que si te caes siete veces, tienes que levantarte ocho.
Que el bosque estaría muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.
Que Si todo saliera como yo quiero, jamás experimentaría nada nuevo y mi vida sería una interminable sucesión de éxitos insípidos.
Que si quieres resultados diferentes, no debes hacer siempre lo mismo.

Me he despertado en modo “autoayuda”, así que me fui a ver el amanecer a la Playa de Barcelona y estoy muy feliz por ello.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan las frases y las citas celebres; recogen en cuatro palabras enormes cantidades de sabiduría.
Añado una de mis preferidas a tu lista. "Un somriure és una llavor que neix en el cor i que floreix en els llavis"
Joana

Anónimo dijo...

Muy apropiado para mí en estos últimos días (algunas de las frases, incluso con un toque "literal").
Me gustó la entrada, sean o no frases tópicas y típicas.
Me caí "montañeando" hace dos días. Me asusté, fue aparatoso, pudo ser fatal... Me incorporé al momento queriendo que no me hubiera pasado nada grave, pidiéndolo... No me pasó nada, a pesar del tremendo golpe en la cabeza, no hubo dolor (es lo que más me sorprende y me sigue sorprendiendo hoy), no hubo dolor en ningún momento, ni mareo, ni inestabilidad... La cara un pelín desfigurada pero espero recuperar el aspecto normal. Enseguida agradecí que todo hubiera sido así.

podi-.

Anónimo dijo...

Me encanta, gracias amigo, me encanta todo lo que explicas aqui¡¡¡¡¡
Gracias por compartir¡¡