sábado, 8 de agosto de 2009

RISAS DE UNA NOCHE DE VERANO


A falta de una boda de Teseo e Hipólita por celebrar, reímos mucho en esta noche de verano. Como tampoco había amantes en fuga, ni duendes tenebrosos como Puck, hicimos clases de cumbia en tres minutos.

También es verdad que intentamos hacerle una foto fea –sin éxito- al guapo, comprobamos que los “madders” aparecen donde menos te lo esperas, que los chicos del este pueden resultar los mejores catadores de tequila, que varios mexicanos juntos hacen fácilmente un mariachi, que la juventud y la belleza se pueden contagiar por ósmosis...

En esta noche de verano también cocinamos la amistad, lo hicimos con un gazpacho que no llegaba al que hace la mama de Tarragona, pero ¡mucho se le asemejaba!, delicias portuguesas, mexicanas y una deliciosa Quiché. Una escalivada “per fer país” y un par de platillos colombianos que fueron la estrella de la noche.

Los postres merecen un comentario aparte, se han convertido en una institución.

Reunir a un grupo de amigos para celebrar la amistad y la vida, es un verdadero placer, y si encima compruebas que todos y cada uno de ellos han venido a compartir la alegría, a hacer un derroche de bonhomía, hacen que esta noche de verano haya sido un verdadero sueño.

Volved cuando queráis.

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