El acceso de las masas a los instrumentos fotográficos ha generado una especie de “Navaja de Ockam” estéticamente hablando: buenos fotógrafos amateurs nos pueden deleitar con su arte, pero también tenemos que aguantar la trivialización de la imagen.
Me gusta la fotografía, y me alegro profundamente cuando alguna toma de las mías ha logrado captar ese momento estético que adquiere calificativo de perenne.
Me gusta fotografiar a mis amigos, me gusta hacer el reportaje de las fiestas y tengo buena fama de ser de los que envían las fotos pronto.
Hoy sábado una buena fotógrafa mexicana me ha invitado a comer tapas en “La Boquería” y a hacer uso de nuestras cámaras.
FELIZ SABADO
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