jueves, 20 de mayo de 2010

NARCISISMO, EGOCENTRISMO


Mientras Eulogio seguía con su perorata delante de los comensales hablando de Narcisismo, Bartolo pensaba que el drama de los egocéntricos en el fondo era su necesidad de un público que tampoco era capaz de satisfacerlos, un público al que no veían, pues en realidad siempre se estaban observando a si mismos; ciertamente Eulogio era un personaje –además de narcisista- divertido y agradable, así que Bartolo pensó “este tipo me cae bien, a pesar de que se que no es de los que tendrán verdadera pena en mi funeral”.

Es jueves con sabor a lunes

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