viernes, 14 de mayo de 2010

LIBROS BELICOS

Los libros sobre la guerra suelen provocarme emociones intensas; me recuerdan toda la mezquindad que puede albergar el corazón humano, ¿cómo es que la lengua de Goethe y del refinado espíritu alemán haya sido capaza del Holocausto?, ¿cómo es que la lengua de Shakespeare haya devastado y esclavizado a Africa?, ¿cómo pudo ser posible que la lengua de Cervantes aniquilara millones de indígenas y destruyera culturas enteras?, por otro lado los hay libros que en lugar de contribuir a mirarse con seriedad reflexiva el tema de la guerra invitan a dejarlo de lado y optar por relatos lacrimógenos, p. Ej. “El niño del pijama de Rayas”

Vasili Grossman me gusta, como relator de la guerra, como testigo del horror humano, y quizás también como blasón de la esperanza en medio de la mezquindad, me impactó mucho esta frase de su libro VIDA Y DESTINO: “Todos los hombres son culpables ante una madre que ha perdido a un hijo en la guerra; y a lo largo de la historia de la humanidad todos los esfuerzos que han hecho los hombres por justificarlo han sido en vano”.

Cuando voy a los Estados Unidos pienso lo privilegiados que han sido, pues después de su propia guerra civil no han conocido el horror de la guerra en su territorio: no han sabido de invasiones como la de Praga, de miseria posterior a la guerra civil Española, de todas las vicisitudes que se han vivido en Rusia, del hambre de África, de los sueños postergados del continente Latinoamericano, de nada de eso han sabido....¿cómo lo han conseguido?


FOTO Jóvenes rusos celebrando el 65 aniversario de la victoria de Rusia sobre la Alemania Nazi
En el costado “Hacia Berlín”
En el cristal posterior “Gracias abuelos por la victoria”

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