martes, 25 de julio de 2017

DESCANSAR, UNA BUENA MEDICINA


Hace unos tres años, durante unos días estuvo hospedada en mi casa una gaviota, cayó en el patio, las primeras horas, hizo esfuerzos inútiles y constantes... quería volar, imagino que estaba golpeada y agotada. El primer día no comía, ni bebía, pero a la segunda noche se rindió, bebió, comió y durmió, y así permaneció dos días más, comía y bebía lo que yo le ofrecía hasta que tuvo fuerza para volar.

A veces es bueno dejar de esforzarse inutilmente, permitir que te ayuden, descansar.... y volar. 
Los campesinos saben que un campo que ha descansado, dará mejores cosechas.

No hay comentarios: