jueves, 4 de diciembre de 2008

Black Power


Tommie Smith agachó la cabeza y levantó –junto con su compatriota John Carlos- el puño derecho enfundado en un guante negro como protesta por el racismo de su país. Un gesto que no solo era el grito de dos negros, era un grito por la humanidad.

Eran los juegos olímpicos de México 1968, ambos fueron expulsados del equipo norteamericano, fueron tratados como delincuentes al volver a su país. Recibieron amenazas de muerte mediante cartas y llamadas...


Después de los Juegos Olímpicos, todos sus amigos desaparecieron. Tenían miedo de perder sus amistades blancas y sus puestos de trabajo. Tommie Tenía 11 récords del mundo, más que cualquier persona en el mundo, y el único trabajo que encontró fue lavando coches en un aparcamiento.


En su día, nadie lo defendió.


Ayer Tommie Smith recibió en Madrid un reconocimiento del diario “AS” como un valor universal del deporte.

1 comentario:

Olmo dijo...

Merecido premio que dudo que se repita en los EE.UU. Nunca sabremos si la elección de Obama tendrá algo que ver en esto...