Nos asomamos a un nuevo ciclo marcado por el calendario y aprovechamos el pretexto para darle una nueva oportunidad a la Esperanza. ¡Es tan fácil acostumbrarnos a nuestras inercias, que las asimilamos como parte de nuestra idiosincrasia!
No siempre es fácil empezar el año con entusiasmo renovado, las frases hechas saltan por doquier, los buenos propósitos sin contenido abundan, sin embargo hay muchos seres humanos asustados y solos en esta tierra de nadie, a los cuales, pedirles que mantengan la esperanza es pedirles un acto heroico. A ellos podemos acercar el corazón. Decía Martín Luther King “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”.
¿Cómo renovar la confianza cuando existen obstáculos y grandes dificultades? Siempre podemos quedarnos en silencio absoluto, de pensamientos, de sentimientos y dejar que eso que sostiene la vida marque el ritmo, indique el camino.
Tener esperanza significa estar listo en todo momento, para lo que todavía no conocemos, es el sueño de los que estamos despiertos, es la condición sin la cual no estamos plenamente vivos.
Renovemos nuestro entusiasmo, nuestra confianza, nuestra esperanza desde lo más profundo del ser.
“Llegó a eso de la una, cuando el sueño es más pesado; cuando comienzan los sueños; después del “descansen en paz”, cuando se suelta la vida en manos de la noche y cuando el cansancio del cuerpo raspa las cuerdas dela desconfianza y las rompe”
Extracto de “El hombre” un cuento perteneciente a “El llano en llamas” de Juan Rulfo.
Pongo una foto de San Petersburgo, porque sin duda este es mi momento vital, estoy totalmente interesado en esa búsqueda que el pueblo ruso ha hecho a través del arte y de la literatura, una búsqueda que ha sabido estar por encima de los totalitarismos a los que han estado sometidos, ora de los Zares, ora del comunismo. Especialmente en la literatura, hay una continuidad en esa búsqueda, todos los grandes escritores rusos han pretendido una revolución, un gran cambio del pueblo ruso, ya sea en lo colectivo o en lo individual. El arte ruso me ha abierto las puertas a una parte de mi que desconocía, allí es donde ha renacido la esperanza para mi, y como decía Gógol, no se si estoy al comienzo de mi relato. Pushkin le recomendó a Nikolai Gógol que no perdiera el tiempo con pequeñas historias, que escribiera su relato, su historia, y así fue como surgió “Almas muertas”. Quizás deba hacer lo mismo.
FELIZ AÑO 2011
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