jueves, 19 de enero de 2017

¿CUÁNTO CUESTA UN BURRO?

¿Qué es lo que se muere cuando uno se muere, para que le tengamos tanto respeto a la muerte?, tuve la suerte de disfrutar a tres de mis abuelos hasta que eran muy ancianos, y aunque han muerto, mi conexión afectiva con ellos no ha cambiado nada, excepto que cuando voy a México ya no les puedo abrazar, NO ESTÁN, mis creencias me aseguran que ha ocurrido un cambio que mis ojos no pueden ver de momento, pero que los veré más tarde. Lo mismo me pasa con todos los seres queridos que he ido perdiendo, me siento todavía conectado, a pesar de que ya no están.
El poeta Sabines escribió “Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi, pero esa tarde me fui al cine e hice el amor”, cuando recibo noticias de que alguien querido ha muerto al otro lado del atlántico "amanezco triste y tranquilo", y así permanezco a pesar de la tristeza, porque les voy a confesar una cosa, aunque no creo en las mitras, creo en otra vida que en este momento no alcanzamos a ver, y eso me deja en paz prácticamente para cualquier asunto.
Voy a distraerme ligeramente del asunto de la muerte para hablar de mi abuelo materno y de un asunto que a él le interesaba mucho: ¿cuánto cuesta un burro?, y ustedes se sorprenderían mucho que en México un burro cuesta más o menos 2000 pesos, CIEN EUROS... nada, y pensar que la vida de mi abuelo, sobre todo en sus últimos años tenía mucho sentido gracias a la relación con su burro, y estaba realmente orgulloso de que gracias a su burro podía llegar prácticamente a donde necesitaba, y fue justamente dos meses antes de su muerte cuando se perdió en el campo y al no encontrar a su burro entró en declive. Tengo veneración por la vida tan espartana y sencilla que han llevado mis abuelos, necesitaron muy pocas cosas para transitar por este mundo.
Fui su sembrador algunas temporadas, la mayoría de las personas suelen referirse al mundo rural con un aire bucólico y prístino, el contacto con la naturaleza les evoca una especie de paraíso; pero la mayoría de ellos nunca han sabido lo que es arar una tierra de sol a sol, arrear unas vacas para ordeñarlas hasta que te salen callos en las manos, volver del campo encima de un burro bajo una lluvia pesada; jugar a lanzarte piedras con otros niños y encontrarte por sorpresa una serpiente o un escorpión...
Yo le dejé muy claro a mi abuelo que no quería ser campesino, y él hasta los últimos días de su vida fue muy feliz de serlo, no lo enterraron en el panteón de los hombres ilustres, y me alegro pues él es la metáfora sabia de lo simple de este mundo.
Cuando murió mi abuelo, sentí un gran desconsuelo por su burro.

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