“Lo imposible” es que casi todo mundo haya ido a llorar fácilmente con “Lo
imposible” y muy pocos me hayan hablado de “El profesor” (Detachment), una
gran película que te mantiene con un nudo constante, que te hace sentir en todo momento la loza pesada que para algunos seres humanos implica el hecho de existir. Es una película que no da concesiones porque no hay héroes, hay una vida real que se describe de manera desgarrada, honesta y
cruel.
Era inevitable que surgiera “El hundimiendo de la casa de Usher” de Edgar
Allan Poe como música de fondo en una película en la que todos parecen hundirse
lentamente, pero también como elegía final del profesor ante sus alumnos. Una
película aparentemente deprimente y resignada, y que sin embargo contiene –de
manera paradójica- una dosis de esperanza, pues pareciera ser que cuando hay una
tormenta, habrá ahogados, si, pero también habrá náufragos que saldrán
fortalecidos y curiosamente capaces de amar y ser amados.
Me parece “imposible” que pocos de mis amigos la hayan visto.
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