Los ruidos del amanecer son la primicia de que la vida está allí esperando, de niño eran los pájaros quienes me lo recordaban, también el ruido del viento o el mugido de una vaca. Ruidos estimulantes, pero también otros terroríficos, pues desde muy temprano nos enseñaron que cuando “el búho canta el indio muere”; en la adolescencia apareció el lamento de los trenes zigzagueando dolorosamente por la cañada; ahora son ambulancias y gaviotas las que gritan, ¡Vicente, despierta, levántate y anda!
FOTO: un patio interior del eixample Barcelonés
2 comentarios:
El amanecer, lleno de oportunidades, con todas las posibilidades del día por decidir...
podi-.
sobre la mañana vista por mí...:
http://podi-podi.blogspot.com/2009/05/la-manana.html
Lo dicho:
Ojalá fueran siempre esos ruidos los que nos despertasen: los pájaros, el viento o incluso las ambulancias. Mejor esos que no el inhumano despertador.
Besotes, majete
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