Hoy cumplimos doscientos años de llamarnos oficialmente MEXICANOS... hay poco que celebrar.
Aquí en Zacatecas, las lluvias de hace una semana, han tapizado de un ignoto verde al agreste paisaje semidesértico, mientras caminaba ayer por la periferia de la ciudad, el olor a tierra húmeda, lo imponente de los cerros que manifestaban estar vivos, y la belleza de la cantera rosa con la que fue construida esta ciudad, me confirmaban la belleza de este país.
Las calles están vestidas de banderas, sombreros y escudos; la televisión bombardea con la misma publicidad de siempre, pero ahora con la marca “bicentenario”; el gobierno hace exhortos inútiles para los festejos, el pueblo no está para fiestas: desempleo, inflación, secuestros, narcotráfico y un gobierno corrupto. Es un panorama similar al de hace cien años, cuando Porfirio Díaz intentaba arengar a los mexicanos para celebrar 100 años de independencia, los problemas del país, llevaron más bien a una revolución en los meses que siguieron a los festejos.
Sin embargo, muchos mexicanos celebraremos, seguramente habrá frivolidad y chovinismo en muchas fiestas, pero también habrá quien viva estas fechas como un homenaje a todos los mexicanos públicos y anónimos que han construido y sostenido este país.
Hay poco que celebrar, pues México es hoy en día un estado fallido, pero vale la pena mantener el ritual de decir ¡Viva México! Hay muchas razones: campesinos que siguen enraizados en sus maltratadas tierras, víctimas de gobiernos corruptos y de narcotraficantes desalmados; millones de familias que siguen manteniendo su alegría y sus valores; empresarios y trabajadores que no desisten en su empeño de seguir construyendo este país; y muy especialmente debemos decir ¡Viva México! Por esos héroes anónimos que han marchado a los Estados Unidos y que han sido uno de los soportes más importantes de la economía de México.
México es un país vivo, con gente buena que no sale en los periódicos, las noticias no hablan del cariño y cuidado que mis humildes tías le dispensan a mi anciana abuela; no hablan de los millones de maestros, médicos, enfermeras, etc, que con su trabajo le dan sentido a este maltratado país.
Este “Bicentenario” necesita referentes y obviamente ningún gobernante importante de este país lo es, los referentes son los indígenas, especialmente los del sur de México que resisten el embate del neoliberalismo salvaje, las madres que luchan por la justicia ante sus hijos muertos en guarderías (ABC) producto del nepotismo y la corrupción, los periodistas valientes que hacen su trabajo bajo las amenazas; los creadores de arte y los escritores que no se han marchado... muchos mexicanos podemos encontrar como referentes.
Celebramos doscientos años de independencia, con la convicción de que la conquista es un hecho superado para la mayoría de los mexicanos. Al llegar a Barcelona conocí a un general de la época franquista, sus primeras palabras hacia mi fueron: “mis antepasados conquistaron a los suyos”, le respondí, “quizás mas bien, la mitad de mis antepasados, conquistaron a la otra mitad”.
VIVA MEXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario