Una persona cercana y querida ha tenido en los últimos diez años a dos
familiares con graves problemas de salud, a los dos les ha dicho lo
mismo “Sabemos que esto puede acabar de dos formas: con la muerte o con
la curación. Sé que hay dos opciones, pero yo solo considero una. Si va
mal, ya tendré tiempo de llorar después. Pero que sepas que te necesito y
tengo plena confianza que te curarás." Mantuvo la esperanza hasta el
último día. Hace tres meses otro familiar estaba gravemente enfermo y
sin ninguna posibilidad médica, entonces reflexionaba conmigo acerca de
si era un inconsciente o inmaduro por creer que este tercer familiar se
curaría a pesar del diagnóstico y opiniones médicas. Le respondí, que
hizo muy bien en creer en la curación hasta el último momento, decía
Aristóteles que, “La esperanza es el sueño de los que estamos
despiertos”, y aunque sus dos familiares no tuvieron la remisión de los
síntomas físicos, el hecho de haber experimentado el amor, el
acompañamiento, la fortaleza del clan, sentirse parte de algo más
grande, etc. también les curó, en un plano al que nuestros anhelos no
pueden alcanzar a ver. La esperanza no está reñida con el desapego,
estar desapegado no es que no te importen las cosas, ni no poseer nada;
ni no esperar nada, desapegarse es asentir al resultado y no ser poseído
por las cosas ni por nuestros anhelos.
Ese es el milagro ordinario,
asentir a la realidad y estar presentes con todo el corazón. Luego
puede ocurrir un milagro extraordinario como el que ha ocurrido con su
tercer familiar que ha remitido de sus síntomas contra todo pronóstico.
La vida nos vive
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
“Nunca es tarde para tener una infancia feliz”, dijo Milton Erickson. Esta frase ha generado movimientos internos de optimismo y esperanza e...
-
Una persona mira su teléfono móvil unas 73 veces al día, estamos ávidos de "estímulos", de caricias. Un ser humano que no es...
-
¿Qué pasa si traducimos literalmente frases Menorquinas al castellano? Ses cames me fan figa Las piernas me hacen higo Estic que un llamp me...
No hay comentarios:
Publicar un comentario