viernes, 20 de marzo de 2020

EL OJO DEL HURACÁN, EL MOMENTO PRESENTE

El presente es tiempo y es regalo. Es marzo del 2020 y vivimos una emergencia que poco a poco se va extendiendo por todo el planeta, y yo les quiero decir algo: NO TENGAN MIEDO. Hemos entrado en esta vorágine de miedo, porque somos una sociedad ávida de espectáculo y de sucesos, eso fue aprovechado por medios de comunicación alarmistas que en lugar de informar con sensatez y objetividad, nos saturaron con excesiva información y miedo. Nosotros hemos contribuido gracias a nuestra adicción a la comunicación e información rápida, sin reflexión y sin filtro, que nos ha impedido ser sensatos.
En estos momentos debemos cuidar nuestra salud y la de los que nos rodean, todo mundo sabe ya lo que tiene que hacer a nivel higiénico, sin embargo, también es importante prepararnos en el espíritu de solidaridad colectiva y una actitud espiritual interna sana. Para ello, les ofrezco una metáfora. Las tormentas y los huracanes tienen un OJO, en ese centro hay que estar, ese ojo, ese centro de paz es EL MOMENTO PRESENTE. El presente como tiempo, el presente como regalo, el presente para estar lúcidos, serenos y conscientes. Las personas que se van a recluir, les conviene tener una rutina que les permita convertir su morada en oficina, gimnasio, oratorio, taller, biblioteca, teatro, etc. los que además tienen niños, deberán transformar su espacio en campo de fútbol, teatro y hasta salón de baile, allí, en nuestro confinamiento procuraremos estar en el ojo del huracán, ese espacio preservado de la tormenta, que nos permite una dosis de tranquilidad aún cuando la tormenta está alrededor. Si ocurriera que las circunstancias nos meten en la tormenta porque tenemos miedo, porque nos hemos saturado de información y estamos sobrepasados, porque alguien de los nuestros ha enfermado, o está colaborando para que el mundo siga funcionando, entonces ASUMIMOS Y RESOLVEMOS, pero siempre desde el momento presente. Estar en el ojo del huracán no es estar indiferente, habitar el momento presente, nos puede permitir ser eficaces y prácticos, y desde allí haremos muchas cosas: nuestro cuidado personal, el cuidado de los que nos rodean, compartir nuestros recursos con los que no tienen nada, ir a donar sangre si es necesario, cuidar a quien está enfermo, cuidar y pasear a nuestras mascotas, acompañar al que tiene miedo, etc... entrando y saliendo desde esa zona segura que es el ojo del huracán: la consciencia del momento presente. No tengan miedo, nada es peor que la realidad. Es muy importante que se sientan PERTENECIENTES, Hagan un recuento de todas las personas que los quieren y de todas las personas a los que ustedes quieren, la sensación de clan, es una fuerza muy poderosa. Si pueden, disfruten de los rayos del sol, ellos han hecho un viaje de 170 mil años desde el centro del sol para acariciar su piel, agradezcamos ese viaje. Agradezcamos también que esta pausa que el planeta tiene, no se está haciendo con guerras, demos un lugar en nuestro corazón a los que la parálisis económica golpeará fuerte, a los vulnerables de siempre, seamos solidarios y generosos con ellos, pues el amor sigue siendo la mejor medicina.

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