Dr. Quixot, no podía dormir.
La lectura de “Mientras Agonizo” de Faulkner me puso aún más
nerviosa, vaya recomendaciones que me haces.
Probé de adormecerme con la televisión y lo único que
conseguí fue llorar junto con el pueblo por la muerte de Sara Montiel. Hacían
una especie de remembranza sobre su vida y su muerte, y como le lloraba mucha
gente.
Entonces recordé que mi vecina me había confesado que lloró
más cuando se le murió su gata que cuando se murió su madre, y reflexioné en el
hecho de que los funerales se han convertido en algo sobrio y elegante, a veces
pienso que llegaremos a beber cava y escuchar música de cámara en vivo mientras
sonreímos con la justeza de quien controla la vida, ya le dejaremos al pueblo
las lágrimas y los dramas, pero lo cierto es que yo me emocioné y hasta un
trocito de música de la Rocío Dúrcal canté.
Tengo Insomnio Dr. Quixot, pero ya es otro día, yo seguiré
con mi ritmo elegante por la vida, no habrá llantos ni risas desmedidas, y
mientras tu secretaria me da hora, compraré para mi insomnio una botella de
tequila.
Y que descanse en paz Sara, Rocío y Rocío.
Águeda del Castell
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