viernes, 16 de marzo de 2012

MI VIDA SIN "LOST"


He terminado la serie “LOST” y me ha gustado muchísimo, parodiando a las películas de Isabel Coixet podría decir: "Mi vida sin Lost", "La isla que nunca te dije", "Mapa de los humos de Locke", "La vida secreta de Desmond, Kate, Jack, Sawyer, etc." Algún día tenía que hacer un guiño a un grupo de amigos al que pertenezco y que nos podemos denominar “Anticoixet”, pero eso ya lo explicaré en otra ocasión.

He visto la sexta temporada y ahora tengo un sentimiento fraterno con todos los forofos de la serie que en Europa se levantaron de madrugada para poder ver el último capítulo. Esta serie me quitó semanas de lectura, porque aunado a que las series tienen una logística fácil (duran 50 minutos que puedes sacar de cualquier hueco), la serie era realmente buena, con referencias a filósofos de todas las épocas, a mitologías griegas y mesoamericanas; guiños a la física de partículas e incluso a la física contemporánea, lo mismo sea la teoría de las cuerdas que a la de los universos paralelos; amén de que el perfil de los personajes estaba muy bien definido, he leído por allí que para configurar cada personaje tomaron en cuenta las personalidades del eneagrama, cierto o no, la serie consigue que cada personaje vaya teniendo una evolución personal dentro de su propia idiosincrasia, y sobre todo, se abstrae de todo maniqueísmo excepto con dos personajes (no explico más esto para no hacer un spoiler).

Hubo quien me dijo que no viera la sexta temporada, que no valía la pena, pues he de decir que a mí me gustó mucho, sobre todo el tema de los universos paralelos, las otras posibles realidades para los personajes, lo mismo en el tiempo que en realidades paralelas. Estas realidades desde el punto de vista de la física moderna son posibles… al menos matemáticamente.

Un matemático piensa en un cubo y tiene la representación externa, pero un matemático piensa muchas cosas que son verídicas matemáticamente y que no tienen una representación física que podamos percibir, por ejemplo los “hipercubos”, y en general la geometría NO EUCLIDEA está llena de ejemplos. Primero solo había átomos, luego había protones, electrones y electrones, luego había quarks, y ahora estamos hablando de la teoría de las cuerdas, parece como si cada cierta temporada, se abriera una trampilla y apareciera otro nivel de la realidad
Así que –al menos en mi caso-, la serie me afirmaba en todas las cosas de la física que he leído respecto de otras realidades, los seres humanos tenemos una experiencia tridimensional, pero esa es nuestra experiencia, y la física ha demostrado que hay más dimensiones de las que no tenemos percepción, y aún si solo fueran parte de la narrativa de la serie era intensa, impecable, conmovedora.

El hecho de las vivencias colectivas, tiene simbolismos muy arcaicos y pienso que en el fondo –sin pretender aleccionar a nadie- un toque de colectividad en este mundo tan mezquino y tan individualista me gusta muchísimo, porque la fortuna para todos ellos era que antes de la experiencia en la isla eran personajes solitarios y rotos y la convivencia en la isla les proporciona un sentido que va más allá de la cosmética contemporánea del hombre exitoso al que le van bien las cosas y que el hecho de compartir con otros la supervivencia, la soledad, la incertidumbre, el peligro, el amor.... eso es el verdadero sentido de la vida.

Hay cientos de observaciones que podría hacer pero no quiero arruinarle la experiencia a quien no ha visto la serie, pero el hecho de que el “religioso” se llame Señor ECO, es una metáfora de la soledad del ser humano que clama al cielo y lo que el cielo de devuelve es simplemente el “Eco”.

Hubo un amigo con quien iba comentando, los debates éticos y filosóficos que la serie plantea: la supervivencia, la eugenesia, la eutanasia, la vida más allá de la muerte, la solidaridad, la traición (a ratos parecía que el guionista era el mismo Vasili Grossman), pues bien este amigo me llegó a decir que seguramente la mayoría de la gente terminó la serie sin saber que Desmond tenía el nombre del filósofo David Hume, o que John Locke es el epítome de los empiristas ingleses, puede ser que tenga razón, pero la serie también tiene ese encanto: engancha por su acción, por su estética, y hasta por la música, para mi será INOLVIDABLE el inicio de la segunda temporada con su canción correspondiente, que ya forma parte de mi soundtrack vital.
Puede ser que los guionistas ni siquiera hayan pensado en esto que escribo, pero al menos todos esos pensamientos y sentimientos lograron despertar en mí.

He terminado Lost, y he vuelto a los libros, estoy muy contento por haber visto la serie y también contento por volver a los libros.

1 comentario:

Josu Sein dijo...

Se ve que has estado totalmente metido en la serie durante un tiempo. Yo nunca la vi...