Al recibir el Oscar en 1993 por "Belle Epoque" Fernando Trueba dijo: "Quisiera creer en Dios para darle las gracias, pero sólo creo en Billy Wilder. Gracias, míster Wilder".
Al día siguinte Billy Wilder lo llamó diciéndole: “Hola soy Dios y desde que hiciste tu comentario la gente se arrodilla a mi paso por la calle”
Con Wilder es imposible escapar a las innumerables anécdotas que generaban sus películas. En Testigo de cargo, para mostrar una pierna de Marlene Dietrich, escribió una escena que requirió 145 extras, 38 dobles y $90,000 dólares, una fortuna en 1957. Una curiosidad: al final de la película, una voz en off recomienda no contar el final a sus amistades.
Otra anécdota: hacía tanto frío la noche que Jack Lemmon (uno de sus actores fetiche) rodó en Central Park para El apartamento, que tuvo que ser rociado con anti-congelante para evitar que la llovizna se convirtiera en hielo.
Cuentan las malas lenguas que en una ocasión, ordenó a un camarógrafo “Rueda algunas escenas fuera de foco, quiero ganar el Oscar a la Película Extranjera”.
El mundo conoció en Wilder a una de las mejores razones para reír y reflexionar.
Se habla mucho recientemente de Marylin Monroe y su supuesto video pornográfico, pues bien para ir en contracorriente con el asunto, propongo que veamos dos películas de ella del genio Billy Wilder La tentación vive arriba -The Seven Year Itch - (57) y Con faldas y a lo loco -Some Like It Hot- (1959)
1 comentario:
Las últimas palabras de "Con faldas y a lo loco" están ya en el imaginario colectivo, y si no lo están deberían, porque todavía tenemos que aprender de ellas...
Publicar un comentario