jueves, 7 de enero de 2010

GUACAMOLE CON GRACIA



-->Los dos aguacates bien maduros, se machacan con una mezcla de contundencia y afecto, pues los que se lo van a comer están a mi lado, mientras les voy compartiendo todos los detalles que he recogido por mensajes familiares del encuentro familiar alrededor del féretro de mi abuelo, y se me dibuja una sonrisa mientras resumo para mí mismo, que esos humildes campesinos - que son mis tías y tíos- han enterrado a su padre con discreción y dignidad, incluso con un toque de agradecimiento, pues lo han tenido por padre durante muchos, muchos años.


La cebolla la corta la señora de la casa de la manera más fina posible y mientras hablamos en catalán nos alegramos que al decir “guacamole” seguimos hablando en catalán, pues la lengua catalana ha incorporado unas cuantas nuevas palabras, dos de ellas que me gustan mucho: guacamole y mojito.


Los dos tomates bien maduros los agrego rayándolos con el rayador del queso, pues así los incorporamos sin la piel. Desde el salón proviene un barullo jubiloso, y me cuesta creer que solo sean dos pequeños que están disfrutando de sus juguetes.


Unas gotas de limón, y unas ramitas de cilantro a trozos muy finos, son el punto final de este delicioso y mexicano platillo.


Antes de sentarnos a comer los manjares de esa familia “con gracia”, les comparto una alegría intensa: Volveré a ser tío.

1 comentario:

Marta dijo...

Qué xulo!No l'havia llegit aquest.

M'han entrar unes ganes tremendes de menjar guacamole ara mateix. Quan tornes a Gràcia amb els alvocats? Confesso que tot i que guacamole ja sigui paraula catalana, jo seguiré utilitzant la paraula aguacate quan prepari el guacamole, doncs l'alvocat em recorda a un tipus amb americana i corbata que ha de defensar un cas davant dels tribunals ;-)

Por cierto, super bueno el guacamole catalán del tío Vicente.