El ideal de un viaje es una transformación, de lo contrario,
es simplemente un traslado de un sitio a otro.
Los viajes nos transforman, sin embargo, vayas a donde vayas, llevas tu escenario
interno, llevas tu cosmovisión, tu manera de interpretar las cosas, tu forma de
sentir ante lo que ocurre, de tal manera que, un viaje es una oportunidad para
flexibilizar tu punto de vista, ser libre en el interior.
El viaje más importante es el que hace hacia el interior; Herman Hesse dijo en "Demián" que,
"La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo".
Hay viajes cortos en el tiempo y en el espacio que
se convirtieron en un gran viaje, yo recuerdo un trayecto corto en tren en el
que coincidí con el pensador Ramón Andrés, nos preguntamos nuestra definición
de felicidad: la de él “Detenerse para contemplar el horizonte”, la mía “Comprobar
en silencio que estoy vivo”.
Elige buenos compañeros de viaje.
Para tener buenos compañeros de viaje, quizás es
necesario, ser un buen compañero de viaje.
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