jueves, 1 de septiembre de 2016

HILOZOÍSMO

Tales de Mileto es el primer Hilozoísta, afirmaba que todo está lleno de dioses y que el imán tenía alma. Es el primer intento en ver la huella dinámica en lo aparentemente inerte. No se trata de un panpsiquismo tan de boga en nuestros días, y que consiste en “espiritualizar” toda la realidad- sino un intento serio por entender el ser y la vida.
Los estoicos llegaron a tener una percepción vital del universo, para ellos el universo tenía vida propia, tesis que en años recientes ha resurgido sobre todo cuando se intenta entender a la tierra como un “ser vivo en si mismo, autorregulado”: Gaia.
Todo está lleno de dioses, nada es tan inerte como lo vemos, pues la realidad nos demuestra que las cosas aparentemente sólidas e inmóviles están hechas de partículas en constante movimiento.
De manera análoga, en mi trabajo de médico intento percibir lo más profundo de un ser humano, y me gusta mirar serena y tranquilamente a mis pacientes, y me pregunto ¿A dónde pertenece esta mirada?.
Me confieso un enamorado de la mitología griega, pero también de la mitología azteca, y en general de toda mitología que nos permite entender lo arcaico de las tragedias humanas, siempre perennes. En cada encuentro con los pacientes me vuelvo a topar con Edipo, con Prometeo, con Quetzalcóatl, y entiendo que toda tragedia humana ya se ha vivido, solamente se renueva.
Las miradas de mis pacientes siempre consiguen transportarme a un estrato de las vivencias humanas que ellos mismos desconocen, y me conmueven, a algunos de ellos los he acompañado por más de veinte años y he sido testigo discreto de su camino, de su esperanza y también de su dolor y no puedo menos que dejar de ver a ese sabio, a ese dios que se transluce a través de la fenestración que llamamos mirada. Hilozoismo o panpsiquismo, lo cierto es que no todo es inerte como parece, que la intimidad de la materia está en movimiento y que en el fondo de la realidad no hay "cosas", hay relaciones. Extrapolando esa realidad de la ciencia física, me gusta percibir en los ojos de mis pacientes algo más allá de los huesos y de la sangre, y entonces me pregunto: ¿Qué es lo que se muere, cuando uno se muere?.
Todo está lleno de dioses, me gusta comprobarlo en un buen vino tinto.

No hay comentarios: