El Dalai lama en “Las paradojas de nuestro tiempo” nos dice
que hemos sido capaces de ir y volver a la luna, (y ahora explorar Marte) y
muchas veces no somos capaces de cruzar la acera para ir a conocer a nuestros vecinos,
yo agregaría que somos capaces de ir al último rincón del mundo y el fondo de
nuestra alma nos sigue siendo desconocido.
Hace 43 años pisó la luna por primera vez un hombre que
acaba de morir: Neil Armstrong, además de su famosa frase de “un pequeño paso
para el hombre y un gran paso para la humanidad” a mí me conmueve que en una
entrevista posterior dijera que desde la tranquilidad lunar podía ver la
tierra, para mi es una buena metáfora para los que hemos sabido encontrar esa “parte”
de quietud desde donde podemos ver las vicisitudes de nuestra vida.
Armstrong ha pasado a otra dimensión en la que no es
necesaria tanta tecnología para percibir
la realidad que hay en el universo, mientras tanto, los que seguimos habitando
este globito azul, recordaremos con asombro ese día que un pie humano pisó por
primera vez la luna, y esperamos que a la par que exploramos el universo, nos
interesemos por los demás seres humanos.
Feliz viaje Armstrong
No hay comentarios:
Publicar un comentario