Hace unos tres años, durante unos días estuvo hospedada en mi casa una gaviota, cayó en el patio, las primeras horas, hizo esfuerzos inútiles y constantes... quería volar, imagino que estaba golpeada y agotada. El primer día no comía, ni bebía, pero a la segunda noche se rindió, bebió, comió y durmió, y así permaneció dos días más, comía y bebía lo que yo le ofrecía hasta que tuvo fuerza para volar.
A veces es bueno dejar de esforzarse inutilmente, permitir que te ayuden,
descansar.... y volar.
Los campesinos saben que un campo que ha descansado, dará mejores cosechas.
Los campesinos saben que un campo que ha descansado, dará mejores cosechas.
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