Con frecuencia escucho o veo a personas desanimadas y sin
pasión. Pareciera que no tienen arraigo, no se comprometen con nada.
La experiencia nos da en la medida que nos damos a la
experiencia. Si no te comprometes con la vida, la vida no se compromete contigo,
un círculo vicioso.
Una persona ES sus compromisos, TUS COMPROMISOS TE DEFINEN.
La falta de arraigo y por ende de compromiso, puede tener
muchas fuentes, generalmente una huella de abandono no resuelta. Alguien que no
ha resuelto su huella de abandono, en el fondo no sabe quién es, no sabe lo que
quiere y no se compromete.
Seguramente es difícil resolver la huella de abandono,
mientras tanto, tienes la oportunidad de comprometerte con tu realidad: tus
hijos, tu familia, tus amigos, tu trabajo, tu salud, etc. Esos compromisos
ayudarán a encontrar la ruta de tu pasión.
Mucha gente no se compromete, porque todo compromiso es un
paso hacia la muerte, y muchas veces el miedo a la muerte en el fondo es el
miedo a la insignificancia, es paradójico, porque existe el dolor, la ambigüedad,
las dificultades, la paradoja, pero no existe la falta de significado, todo
significa algo.
Quien no se compromete con algo, un trabajo, una pareja, la
casa en la que vive, etc. en el fondo espera algo mejor, y es legítimo; sin
embargo, la experiencia nos dice que el compromiso con la realidad, asentir a
lo que hay es el paso previo para evolucionar.
Inspirado en palabras de Alfonso Ruiz Soto y Bert Hellinger.
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