domingo, 12 de abril de 2009
Roma
Artemisa fue espiada por Acteón mientras se bañaba desnuda. En castigo, Artemisa lo convirtió en un ciervo, el cual fue devorado por sus propios perros de caza. Este mito ya vislumbra lo que la tradición Judeo Cristiana resalta: la sexualidad te puede llevar a ser devorado por tus propios perros de caza.
Los interminables museos del Vaticano son una fuente inagotable de cultura y reflexión, a ratos te da la sensación de estar en un almacen y no en un museo.
¡Que agobio los ríos de gente en la Plaza de San Pedro, en los museos del Vaticano, etc.! y ¡Que belleza, que maravilla pasear por los alrededores de la Piazza Navona, Fontana di Trevi, Campo di Fiori!.
Creo que Roma me parece más bonita que nunca.
Feliz domingo
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