jueves, 2 de marzo de 2017

EL COMPROMISO: LA RUTA DE LA PASIÓN



Con frecuencia escucho o veo a personas desanimadas y sin pasión. Pareciera que no tienen arraigo, no se comprometen con nada.
La experiencia nos da en la medida que nos damos a la experiencia. Si no te comprometes con la vida, la vida no se compromete contigo, un círculo vicioso.
Una persona ES sus compromisos, TUS COMPROMISOS TE DEFINEN.
La falta de arraigo y por ende de compromiso, puede tener muchas fuentes, generalmente una huella de abandono no resuelta. Alguien que no ha resuelto su huella de abandono, en el fondo no sabe quién es, no sabe lo que quiere y no se compromete.
Seguramente es difícil resolver la huella de abandono, mientras tanto, tienes la oportunidad de comprometerte con tu realidad: tus hijos, tu familia, tus amigos, tu trabajo, tu salud, etc. Esos compromisos ayudarán a encontrar la ruta de tu pasión.
Mucha gente no se compromete, porque todo compromiso es un paso hacia la muerte, y muchas veces el miedo a la muerte en el fondo es el miedo a la insignificancia, es paradójico, porque existe el dolor, la ambigüedad, las dificultades, la paradoja, pero no existe la falta de significado, todo significa algo.
Quien no se compromete con algo, un trabajo, una pareja, la casa en la que vive, etc. en el fondo espera algo mejor, y es legítimo; sin embargo, la experiencia nos dice que el compromiso con la realidad, asentir a lo que hay es el paso previo para evolucionar.

Inspirado en palabras de Alfonso Ruiz Soto y Bert Hellinger.

miércoles, 1 de marzo de 2017

FACEBOOK, UN BOSQUE DE ÁRBOLES SOLITARIOS

Facebook, Instagram, twitter, etc. se han ido convirtiendo en un bosque de árboles solitarios, hiperconectados al internet y desconectados en lo social.
Los árboles se comunican entre sí, mediante las raíces comparten información química que les sirve por ejemplo para protegerse de los predadores, elaboran sustancias volátiles para “informar” a otros árboles. Sin embargo, ese vínculo profundo en las raíces de los árboles, no se da en los árboles de los bosques artificiales.
Peter Wohlleben, en su libro “La vida secreta de los árboles” hace prosopopeya, y dice que incluso se comparten minerales cuando algunos están enfermos, regulan la fotosíntesis en “sociedad”, etc. Haciendo un paralelismo con las redes sociales, es conmovedor, como Facebook, Instagram, twitter, se han ido convirtiendo en un bosque de árboles solitarios, artificiales y muchas veces superficiales.
Es momento de volver a conectar con nuestras raíces, y de encontrarnos con los amigos, a ser posible, con el teléfono desconectado.

LA FELICIDAD, UN ACTO CREATIVO



Todos buscamos la felicidad, sin embargo, nos hemos acostumbrado a creer que la felicidad es algo que ocurrirá: un encuentro amoroso, un gran viaje, la realización de un anhelo, una caricia de la buena fortuna, etc. Esos momentos placenteros son un acervo más en el inventario de nuestras experiencias, pero no son la felicidad. Si te has mirado al espejo y te gusta lo que ves tienes un momento placentero, pero nadie ha sido feliz por ser bello; si obtuviste el título que buscabas fue un momento muy agradable, pero nadie ha sido feliz por tener un título; has sido feliz cuando viviste a consciencia tu primer baño en el mar, cuando un abrazo de un ser querido dotó de significado aquel trozo de tu vida, etc.
La felicidad es una actitud espiritual, que requiere conocimiento de uno mismo, conocimiento de los otros y de lo que está afuera, asentimiento a esa realidad, perseverancia y esmero en nuestras acciones, y sobre todo PRESENCIA.
Hay personas que nacieron con una sabiduría innata y que prácticamente sin estudios ni cursos de desarrollo humano han conseguido ASENTIR A LO QUE ES, se han entrenado en la amabilidad, y sin proponérselo han sabido orquestar y crear un escenario interno en donde todas sus vivencias tienen un significado profundo, una consonancia con el ser, saben revitalizar ese escenario de manera sosegada y en paz. Pienso en mi abuelo arando su tierra y en mi amiga Lilia mientras cuidaba a su madre tetrapléjica durante 50 años, o promovía un centro de salud para su comunidad, o cuando organizaba a los campesinos para construir una escuela, o en mi madre cuidando sus plantas a pesar de sus dificultades.
La felicidad no es algo que tenga reservado el destino para sorprendernos, la felicidad es un acto creativo, es habitar el escenario interno de nuestra consciencia, porque es allí donde radica la realidad, es en nuestro interior mediante nuestros pensamientos, nuestras creencias y nuestros valores donde vivimos y dotamos de significado todo lo que vamos viviendo, es allí donde sufrimos y somos felices, allí es donde marcamos la calidad de nuestra existencia.
Los que no tenemos sabiduría innata debemos conocernos, conocer a los demás para poder relacionarnos mejor, pues un buen parámetro de la felicidad es la calidad en las relaciones que tenemos. Conociéndonos, quizás nos sorprendamos que somos más felices de lo que pensamos, asintiendo a la realidad sabremos que la felicidad ha estado siempre allí, que solo hacía falta que estuviéramos despiertos para darnos cuenta.